Persiguiendo quimeras.
La felicidad es el Sol de la vida, es un camino constante de desafíos y retos, es un lugar especial que busca un sitio en el corazón y me habla como niña impaciente que anhela volar hacia el horizonte con sus propias alas. La felicidad conquista los espacios y se multiplica en cada sueño, no se puede comprar con dinero, ni canjearla, hay que conquistarla en cada beso que se escapa y en el secreto que guarda el corazón con el sello de una esperanza . Felicidad es esa flor silvestre que no pide permiso para adornar con su belleza la orilla de un río ó para conquistar con su aroma la frescura del viento, felicidad es la puesta del sol en el crepúsculo , es el misterio al despertar el alba en cada amanecer con nuevos proyectos y retos que vencer, es la caída maravillosa del agua que enternece con su dulce melodía, es mirar siempre con ojos de niños la belleza en los detalles que conmueven y motivan. Mariposa viajera de utópicos delirios, arco iris de luces matizando el cielo de colores que cautivan los sueños y los anhelos, vives ahí, en el instante mágico del rocío y en la caída misteriosa de las hojas en el otoñal hastío. Estás presente en las cosas sencillas que nos rodea, en aquello que con sutileza fortalece y enamora y con elegancia y sin doblegarse, levanta la mirada cuando la tristeza sacude nuestras vidas.
La felicidad me invita con su alma viajera
a caminar con ella, persiguiendo quimeras
el camino es la vida, su secreto, vencerlas
desafiando caídas que entre sombras laceran.
La felicidad es nobleza que sacude mis penas,
inspira de esperanzas aquello que me aqueja,
me toma de la mano con su alma bohemia ,
y vive en cada verso de mi musa poeta.
La felicidad es mi rosa entre espinas de espera
acompaña el camino y mis cargas libera
y hoy le escribo estos versos sin sombras de tristeza,
a ese sol de mi vida que motiva y me reta,
a caminar con ella persiguiendo mi estrella.
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