Sorprendiendo el mañana
Porque todo comienza con la ingenua sonrisa sin buscar el apego, sin maldad ni artimañas, porque es fiel en su vuelo, no lastima ni engaña y despliega sus alas arropando la brisa. Porque así es de sencillo, sin ropajes ni amarras, vigilante obcecado de adorables auroras que deambula fortuito entre azares y rosas, visionario y osado sorprendiendo el mañana. Porque así cual bohemio, peregrina divino, pues no esculpe teatros ni mendiga silencios, porque admira la vida, minimiza los miedos, no amedrenta, ni anula ni cuestiona el destino. Porque escribe la historia burilando colinas, embellece el ocaso y acicala la espera, no confunde, se yergue, de armonía alimenta cada instante del tiempo que regala la vida.