El Tiempo.

El tiempo es el testigo del fracaso, es puente del dolor en el olvido. El tiempo es deponente del pasado de estigmas que atestiguan lo vivido. El tiempo ha declarado el abandono, dimite entre las lágrimas de hastío, las huellas despojadas del tesoro que evocan los instantes de vacío. Degrada el universo del pasado, conjura en el presente: desafíos, el tiempo que confiesa perdonando las huellas del dolor y del olvido. El tiempo es el poder de la paciencia y a cota las nostalgias revelando, que pueden renacer con la experiencia legítimos los retos visionarios. El tiempo es testimonio y despedida, que sana los vestigios del engaño, es fénix seductor que no mancilla la aurora que amanece del ocaso.