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Mostrando entradas de octubre, 2020

Y duele

Aquello que lacera perspectivas en medio de lo adverso, de lo amargo, socava los anhelos, las sonrisas dejando soledad entre quebrantos, cargando la tristeza intempestiva que llega con las dudas del pasado e irrumpe en el presente sin medidas tocando el corazón en sus aciagos. Y duele la falacia, la apatía los días entre penas y fracasos, caprichos silenciosos en vigilia y asuntos discutibles sin contratos, las noches de impaciencia compartida, los besos escondidos del ocaso, la cruel incertidumbre a la deriva y el odio que castiga sin reparos.

Con sus grandes desafíos

 Invita en su vigor al desempeño la vida con sus grandes desafíos, mirífica nos deja el albedrío y osada nos entrega su universo. Sutil complicidad en cada intento que trata de inspirar en la alborada, nos brinda en la caricia más cercana el hálito que besa y emociona, trayendo el rosicler en cada aurora la musa que susurra sus palabras. La musa que susurra sus palabras conmueve nuestro andar sin acertijos, descubre esa verdad que en el lirismo despeja la mirada solitaria. Admira la belleza desde el alma y acude a la razón del sortilegio, nos habla en el arrullo del silencio con sana lealtad y sin sofismas, dejándonos la impronta que genuina irrumpe sin falacias ni misterios. Irrumpe sin falacias ni misterios  y expone realidades que conectan la vida en su bregar sin apariencias, que busca la humildad sin cautiverio. Viviendo a plenitud el privilegio de juntos superar adversidades, se suman los anhelos vulnerables en medio de lo críptico y oscuro, sanando con su espíritu profundo aquel

Y siente el despertar

En tanto la esperanza va perpleja mirando en el ocaso su desdicha, se siente vulnerable, convencida del trágico quebranto de la espera. Y es hondo el sinsabor de la pereza pues siente que el candil solo se apaga, requiere del poder de la algazara que prenda el optimismo, el alborozo, la fuerza del amor junto al asombro que vibra victorioso en su confianza. Intensa la verdad que no socava que aúna voluntades entre anhelos, vertiendo el surtidor que en el progreso revela su esplendor en la alborada. Y siente el despertar de la mañana que trina en el adagio del silencio, tornando su misión en sortilegio que invita a la emoción que se enternece, fijando la mirada que insurgente invita en su vigor al desempeño.

Dueles ausencia

¡Triste me siento, tú te has marchado mas me consuela nuestro pasado! Fueron instantes de amor, de anhelos que solazaban nuestros desvelos, tantas entregas, tantos revuelos: ¡sin controversias fuimos modelos! ¡Sé que me amaste con vehemencia desde tu estío, desde tu esencia! Límpidos sueños que me han dejado fieles recuerdos: jamás flagelos, mientras lacera la cruel sentencia. Dueles ausencia, que en el ocaso sus penas deja en tanto el alma sufre perpleja.