Con sus grandes desafíos
Invita en su vigor al desempeño
la vida con sus grandes desafíos,
mirífica nos deja el albedrío
y osada nos entrega su universo.
Sutil complicidad en cada intento
que trata de inspirar en la alborada,
nos brinda en la caricia más cercana
el hálito que besa y emociona,
trayendo el rosicler en cada aurora
la musa que susurra sus palabras.
La musa que susurra sus palabras
conmueve nuestro andar sin acertijos,
descubre esa verdad que en el lirismo
despeja la mirada solitaria.
Admira la belleza desde el alma
y acude a la razón del sortilegio,
nos habla en el arrullo del silencio
con sana lealtad y sin sofismas,
dejándonos la impronta que genuina
irrumpe sin falacias ni misterios.
Irrumpe sin falacias ni misterios
y expone realidades que conectan
la vida en su bregar sin apariencias,
que busca la humildad sin cautiverio.
Viviendo a plenitud el privilegio
de juntos superar adversidades,
se suman los anhelos vulnerables
en medio de lo críptico y oscuro,
sanando con su espíritu profundo
aquello que lacera los instantes.
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