El vuelo del alba
Irrumpe el vuelo del alba el despuntar de la aurora, llega el hálito que adora la hojarasca aventurera que al ocaso sorprendiera sin límites y a mansalva. Es del rosicler el malva que engalana y nunca ignora, la pasión encantadora cuyo tesoro escondiera, el numen de primavera que trasluce junto al alba. Ilesa cuando nos salva de la angustia tentadora, va la musa que devora la nostalgia traicionera, la que se pierde en la espera que se aquilata a mansalva. Es cual hierro que se enalba en la fragua salvadora, junto al claro de la aurora comparece en la pradera, esa luz que sin frontera alcanza el vuelo del alba.