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Mostrando entradas de marzo, 2023

Ternura de la lira

Verso, ternura de la lira, besas el surco del iluso anhelo, cruzas la puerta, abrazas el revuelo del insomne capricho que delira. Verso, templanza y osadía, arte que fluye desde lo profundo, amando la sorpresa y lo fecundo que incita el suspirar en poesía. Verso, convite y desafío, asilo de la voz incomprendida, refugio en la tediosa despedida y trino en el silencio del vacío.  

En su romance

El amor que nos dimos a raudales haciendo de lo tórrido el anhelo, nos besa la pasión desde el desvelo viviendo esos instantes especiales. La entrega de valores esenciales que fluyen desde el alma en su revuelo, nos muestran de que el límite es el cielo y dan sus testimonios más geniales. La noche en su romance nos inspira el délfico placer busca el idilio en tanto nuestro insomnio es quien suspira. La luna confidente en su concilio atrapa la emoción mientras delira romántico el rubor en pervigilio.

Presiento

  Presiento esa bondad que se destila lejana en el concierto de las olas, en ese salpicar de blanca espuma que invade los secretos de la aurora, decana de un amor sin armadura guardada en el tesoro que arrebola. Presiento un mar de arena blanca y fina tallando en cada huella sus memorias, ardiente en el revuelo sin censuras, discreto en el azar de cada historia y arúspice sensual bajo la luna, meliflua en el placer que se corona. Presiento un derrochar a la deriva bregando en la pasión más generosa, gozando del salitre y la fortuna que hechizan la ambrosía del aroma y el soplo cenital cuando copulan, los sueños confidentes que obsesionan.

Visiones

  Miradas que auguran enigmas y azares, furtivos anhelos y efímera brisa que llegan surtidas con la inquieta brizna y esparce el rocío con finos detalles. Comulgan distancias en tan bella imagen, fluyendo acertijos en las hojarascas en tanto despiertan de inefable holganza, etéreos los sueños de audaces amantes. Visiones ilusas e intangible el tiempo dejando eminente sus huellas marcadas, son como murmullos que nacen del alma refugio ingenioso de indócil silencio. Ocaso rebelde que infunde el desvelo, presagio de auroras cetrinas de otoño que impelen al viento levantisco enojo, cual gris añoranza de aciagos intensos.

Más que un triste desafío

Hay nostalgia en el rocío de la tinta que suspira y en el azar de la lira fluye el eco del hastío. Más que un triste desafío es la brusca despedida, de la estación florecida y del sueño peregrino, confidente en el camino que nos comparte la vida. Versa la prosa el idilio en la cetrina alborada, que se confunde callada consternada en su delirio. Besa el instante del lirio la seducción sin mentira, cuando el ocaso se admira despojado de egoísmo y en el medio del abismo el florilegio no expira. 

Cortejada del deseo

  Te acicalas cortejada del deseo y la rosa en el silencio te provoca, te seduce con sus pétalos y aroma inspirando esa pasión cual sortilegio. Acaricias tus instantes entre anhelos, los recuerdos multiplican tantas cosas que te colman de suspiros entre sombras deseando el mirífico desvelo. Tu mirada se extravía en su misterio y vislumbra la osadía que obsesiona, que se entrega placentera y pecadora mientras goza plenamente su apogeo.

Sufre el anhelo

Tú te vas solo con tu quebranto, dejas las huellas del cruel hastío. Te ves cansado, llueve tu llanto mientras tu rostro siente el rocío. Divina luna, tú que le sabes  todas sus mañas su angustia calma, mira sus ansias, dale las claves que le procuren la paz al alma. Ya la paloma voló del nido, tristeza lleva surcando el cielo, duele la ausencia, surte el olvido mientras callado sufre el anhelo. Tan compungido vas en tu andanza daña el recuerdo de quien amaste, sientes la angustia sin la esperanza que tantas veces idolatraste. Luna que inspiras en los desvelos haz que su verso pueda escucharle, que entre sus notas halle el consuelo y que el sosiego logre alcanzarle.

Surten pruebas de amor

Cincelando sus huellas con su justo esplendor las memorias del tiempo dejan sus desatinos, vuelan entre quimeras confesando delirios y ajustando senderos surten pruebas de amor. Es sublime el cayado que apacigua el dolor, que comprende y alcanza, que atestigua y espera mientras firme en su alianza viste de primaveras a fecundos arcenes donde esplende el fervor. Y sorprende el impacto del afán creador, tantas cosas se crecen frente al gran desafío que alboroza entre anhelos superando el abismo que ha dejado su estigma tras su velo traidor. Es la fiel esperanza la que abraza la flor que embellece al ocaso en su duelo de auroras, mientras tanto el desvelo bendiciendo su aureola nos augura el oasis de un mañana mejor.