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Mostrando entradas de octubre, 2021

Trasciende sin fronteras

Hoy siento ese llamado que atesora lo diáfano, lo intenso y lo genuino, me sumo a lo más puro y cristalino haciendo del sendero nuestro ahora. Y beso con mis letras cada aurora, el alba en el placer de lo divino que irrumpe en el instante peregrino y abraza con la fuerza que enamora. En tanto es el convite el mensajero que entrega en cada letra su confianza y augura su verdad cual consejero. Trasciende sin fronteras la esperanza, denuncia al desleal, al embustero y firme nos ofrece su enseñanza. Pactando con la alianza, el iris del amor surte la huella haciendo del presente su epopeya. 

Profeta del amor en tierra extraña

Anhelos que liberan acertijos  del eco impredecible de las olas,  que aspergen rosicleres con la aurora  e invocan al concierto peregrino. Profeta del amor en tierra extraña  que atisba entre la niebla el regocijo  y aún en la nostalgia es fiel testigo  del piélago profundo en la distancia. Fragmenta su emoción ante el enigma  preclaro y confidente de silencios,  profeta que vislumbra el universo  cual iris de la tierra prometida. Navega la añoranza en el ocaso  del verso que emancipa su destino  y advierte en el preludio fugitivo  la triste soledad del exiliado. Profeta de interludios sin regreso  que dejan más que huellas desterradas,  del canto del jilguero en la alborada  y el céfiro apacible de un recuerdo. Libera en el estigma su pasado  vagando en las montañas y desiertos,  la alianza del dilecto pensamiento  que augura visionaria su legado. Profeta del poniente y la algazara,  del aura y del crepúsculo añorado  que escruta en la vigilia y sin cansancio: ¡ incógnitas de amor en

Pactando con la vida

Regresas con los velos de promesas e invades con tus notas tantos sueños, te luces nigromante con tu atuendo  trayendo un nuevo oasis de quimeras. Y tomo mi experiencia de la espera que pudo renovar el sentimiento, pendiente del color del universo en medio del concierto de las letras. Regresas con el soplo de la brisa con mágicos pinceles que engalanan, que invaden con certeras pinceladas el glauco despuntar en sus albricias. Y el eco del adagio en armonía se besa con la luz del horizonte, bien sabe del hechizo que entre montes auguran sus doradas maravillas. Regresas en la fúlgida algazara que esplende en la hojarasca del misterio, promueve la razón del sortilegio que llega en la estampida que arrebata. Sagrada es la misión que en la esperanza se surte del arpegio de la vida, revela en sus matices melodías  y el aria que atesora su llamada .

Y crece en la palabra

El cristalino manto que ha de vencer la noche abraza la esperanza en medio del quebranto, ha de encender la hoguera que ilustre al universo cuando el hastío irrumpa con lágrimas de ocasos. El alba trae consigo miríadas de anhelos, invade la nostalgia el verde de los campos, se asoma el desafío que impetra con ahínco y estrumpe el estallido audaz de lo inmediato.  Ofrece la energía vital de sus razones la vida en su periplo de instantes consumados, bien sabe del camino que impulsa nuevos retos a pesar de lo angosto, lo infértil, lo inhumano. La voz del pueblo asume la ira de los tiempos, no hay cerro que le impida alzarse en su llamado y expone la consigna que asume la respuesta sin miedo, sin angustias de sombras ni mandatos. Y crece en la palabra feraz el fiel Quijote,  en medio de la lucha concibe sus milagros y es su broquel la fuerza que fulge intensamente venciendo a la indolencia que acosa en su arrebato. Mientras tanto presume su insignia la catarsis que absterge y purifica lo i

Gestando la esperanza

Gestando la esperanza, venciendo el cruel hastío la vida siempre ofrece sus dones refulgente, bendice el compromiso sagrado mientras mueve al mundo con la fuerza vital de sus designios.  Y el vientre se estremece, se argentan los caminos, se esperan primaveras de anhelos exultantes y en medio de angosturas, tan fértil y abundante conspira el universo sapiente  en su porfía, creyendo en el tesoro que inspira maravillas   cuando el fruto del mundo junto al amor se expande. Se rompen los silencios en el clamor del auge, la madre hilvana sueños en su dolor sagrado son tantos los desvelos bruñendo los ocasos, mostrando en su delirio lo hermoso del paisaje. Razones de quimeras  eufóricas se esparcen  abstergen,  purifican genuinos  horizontes, consuma el sortilegio que pacta con su nombre mientras siente la dicha surtiendo en su algazara, que ha de besar la luna que al fontanal alcanza el cristalino manto  que ha de vencer la noche. 

Flagela el corazón

Flagela el corazón la herida abierta errante del capricho que eclosiona, pendiente de la sombra descubierta  se aliena en el abismo que traiciona. Y duele cuando sangra y se despierta la triste soledad que se fusiona, cual duda silenciosa que encubierta presume  la porfía que lesiona. De ingrata necedad vive y ampara  la noche tempestuosa en el preludio del sueño compartido en la algazara. Flagela con el llanto que profana y alcorza en el nostálgico interludio, genuina cicatriz cual filigrana.

La fuerza del amor

La fuerza del amor sin armadura, aquella cual empuje multiplica osada en la misión que no claudica inspira desafiando la censura. Levanta en su bregar la empuñadura, tan sabia en su periplo intensifica el verbo que en la acción se dignifica logrando aquilatar su envergadura. Predica con la esencia del decoro y escribe soberana sus historias, guardando la grandeza de un tesoro. Prohíbe silenciar dignas memorias, dibuja con su esencia a lo incoloro y augura desde el alma las victorias.

Hoy fluye la amistad

¡Hoy fluye la amistad que no claudica, venciendo a la ansiedad se multiplica! No hay muros que detengan su optimismo ni cercos, ni barreras de cinismo, que frenen  la verdad del heroísmo brillando dignamente en su humanismo. Es lira del amor que no fenece: ¡Bregando en la esperanza se engrandece! El mundo se levanta y glorifica la esencia del hacer sin espejismo en tanto su misión no desfallece. Conquista mientras crece bruñido y refulgente el buen amigo, celoso, confidente y fiel testigo. 

Eco divino

Esboza tantos sueños en poemas las letras entre osadas despedidas, cobijan primaveras consentidas en medio de diluvios y problemas. Borrando tantas dudas entre esquemas, se suman las verdades concebidas con luces que atesoran las salidas y dejan sus probados teoremas.   ¡Oh, sol del corazón, eco divino que clama libertad desde su albura compensa en el desvelo lo genuino! ¡Qué sienta la constancia en la premura y  habite en cada instante peregrino, la fuerza del amor sin armadura!

La Luna de Otoño

La luna de otoño su rostro presenta tan llena de amores e ilusas promesas, la novia coqueta que en sombras discretas seduce las noches con gala de estrellas. Tan regia y versada de enigmas conspira con sueños de musas, letrada andarina, celeste en la orgía que aliena y disipa, lamentos del alma cual huellas y estigmas. La luna de otoño comparte su alquimia conjura en su credo etérea armonía, guedejas de plata que esplenden sonrisas en tanto en su delfos azares conquista. Divina embelesa la noche de espera la luna que el aura del céfiro besa, nostalgias latentes, insomnios, quimeras, gozados suspiros y umbrosas tristezas. La luna de otoño su rostro presenta tan regia y versada de enigmas conspira, la luna de otoño comparte su alquimia: divina embelesa la noche de espera. Aimée Granado Oreña ©

Melodía de Otoño

Llega ilusa,  con  prisa, como adagio del viento, enloquece entre notas compilando añoranzas mientras viste el rocío de un paisaje irredento. Remolino de instantes que alucina esperanzas, que transgrede  silencios descubriendo la esencia  del sagaz universo que regresa bonanzas. Vehemente se muestra cuando dicta sentencia, no se aquieta ante el alba y alborota desvelos cuando osada procura su impetuosa apariencia.  Es prodigio del viento que eclosiona entre anhelos, vendavales de ocasos que anticipan quimeras presagiando arrebatos de aturdidos revuelos. Melodía de Otoño que acicala riberas vuelve con su nostalgia junto al céfiro indemne  va perdida entre azares de cetrinas praderas mientras besa la lluvia con su arpegio solemne.