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El tiempo en su pasión

Augura florecientes primaveras el tiempo en su pasión tan evidente, defiende su albedrío vehemente y afianza su placer en las esperas. Revuela entre caprichos las quimeras y deja en su periplo contundente el paso de la aurora confidente que entiende de esperanzas venideras. Y exorna lo real desde su anhelo el tiempo en su misión que multiplica y avanza en su bregar desde el desvelo. Bien sabe el hacedor que no claudica, que enciende su almenara sin recelo que sólo es el amor quien dignifica. Al viento comunica lo bello, lo especial desde lo egregio que iluso pronostica un sortilegio.

Y aún en la confianza

  En tanto se propaga la ternura en medio del dolor, la incertidumbre, las dudas que ocasionan pesadumbre no apagan esa fe que en sí perdura. Es tiempo de asistir en la mesura de ampliar el corazón de la costumbre, de ver la intensidad en su deslumbre amando sin cesar cada aventura. Ha sido duro el viaje en sus intentos de hallar la sanación en la esperanza y entonces abrazar fieles momentos. Grandiosa es la certeza de la alianza que encumbra sus leales pensamientos, creyendo en la verdad que tanto alcanza. Y aún en la confianza, se extiende el gran amor que sin fronteras: ¡augura florecientes primaveras!

En medio del cansancio

Que orla lo feraz cuando suspira el aria que emociona con su magia, pues suma a su dolor lo que le alcanza de aquello que perdiera en agonía. No obstante fue la intensa despedida la que proporcionó la desmesura, la impropia seducción inoportuna que quiso limitar el sacrificio de amar sin más razón, sin atavismos, dejando en su bregar notas desnudas.  Entonces vuelve en busca de la lira sabiendo que el sendero no se plagia, que es propio de la esencia la esperanza que anula a la infeliz melancolía. En tanto cuestionando la partida en medio del cansancio, la angostura, la osada sensación como ninguna sin eco penitente, ni artificio, impuso su verdad sin espejismos y así pudo aclarar miles de dudas.

Cuando suspira

Haciendo del remanso su fortuna el tiempo nos ofrece cada arpegio, confirma lo esencial, lo que es egregio y expone su verdad fiel y oportuna. Reemplaza a la malicia inoportuna, se crece en la bondad del florilegio que versa la ilusión de un sortilegio,  teniendo como cómplice a la Luna. Y entonces nos conduce la esperanza al claro porvenir que nos inspira,  sumándose al amor y a la confianza. Exorna el horizonte de la lira el fúlgido rocío en su añoranza, que orla lo feraz cuando suspira.

Y es que el amor convida

  Y es que el amor convida en su grandeza, regala las albricias, su ambrosía, lo intenso, lo adorable, las delicias y tantas otras cosas verdaderas. Revela su bondad en cada entrega y siente su pasión franca, sin dudas, bien sabe defender desde su altura lo bello que supera vanidades, que  ofrece el corazón en cada instante haciendo del remanso su fortuna.

El tiempo

¡El tiempo, ese que surte espacios vacíos el que marca historias y lechos sombríos! Aquel que es testigo y leal mensajero, quien también motiva, tan buen consejero, el que no claudica frente al embustero y alcanza su cima feraz y certero. El tiempo, el que invade sueños peregrinos, quien perseverando abraza los caminos. Aquel que se enfrenta valiente al hastío, el que siempre avanza confiado y severo: inspirando hazañas y encuentros genuinos. Cruzando los destinos: ¡Siempre competente, pleno en su confianza sigue en su avanzada lleno de esperanza!

Entre tantas pruebas

Entre sendas nuevas y oasis eternos buscaremos juntos tantas primaveras, el alba que inspira la fe verdadera y el célico instinto de alcanzar los sueños. Habrá amaneceres con perlas de anhelos alcorzando azarbes, caminos y huellas, pues sabe de empeños que su impronta deja cuando en el delirio los dos trascendemos. Es maravilloso proclamar lo intenso eso que acicala la ilusión bohemia, la misma que impetra su fiel vehemencia y en medio de azares acepta los retos. Y es que la esperanza regala senderos, revela pasiones entre tantas pruebas que venciendo miedos verdades presenta cuando en la angostura testifica el tiempo.

En las noches claras

  En las noches claras versarán los sueños serán tan hermosos plagados de historias, llenarán vacíos y estrellas curiosas surtirán senderos que abracen el cielo. Y es que llega el tiempo leal que atesora  tantas emociones cargadas de anhelos, de joyas del alma bendiciendo encuentros como confidentes que dejan su impronta. Y la Luna llena fiel su rostro asoma, esplende tranquila y aquilata intentos, mientras son testigos osados luceros de las clandestinas miradas que afloran. En las noches claras brillará el empeño, sus mejores galas lucirá con gloria, serán tan sublimes, siempre generosas entre sendas nuevas  y oasis eternos. 

Y vuelve Diciembre

Y vuelve Diciembre con trino de invierno en el norte frío que cambia su atuendo, por las perlas blancas de la osada nieve que llega entre galas y su gracia asperge. Y en el sur ya trina el verano ardiente que abrasa ternuras y su amor extiende, mientras la esperanza surte sus momentos y encuentra bondades entre mar y cielo. ¡Qué bellos pasajes descubren anhelos y la vida sólo transita su tiempo! Revelan misiones y tantos placeres mientras entre azares lo pleno florece. Y el bregar se inspira, pues Diciembre vuelve con sus manecillas marcando presentes, cada día encierra sus nobles requiebros y en las noches claras versarán los sueños.

Atados al poder

El rostro del macabro desencanto impuso su mirada obsesionada, con toda libertad sin esperanza llenando con angustia cada paso. Y el odio convenció desde el quebranto pues hubo de lidiar con la indolencia, con tantas discordancias sin respuestas, murallas entre absurdos y mentiras que anulan la verdad con la desidia y esconden la virtud tras la miseria. Esconden la virtud tras la miseria dejándose llevar por sus vacíos, confunden lo esencial y lo genuino viviendo la oquedad de la soberbia. Se valen de la envidia y la blasfemia en medio de senderos de arrogancia, defienden su verdad enmascarada creyendo en la mentira vehemente, atados al poder que los convierte en crueles dictadores que amordazan.

Tu ausencia dejó huellas

  Que tu olvido me está despedazando y sufro en mi cansancio la agonía, no sé si fue por miedo o por porfía tu ausencia dejó huellas lacerando. Y pude discrepar sin herir tanto pues sé que en el dolor sangra la herida, maldito desamor que niega vida y alcanza la nostalgia en el quebranto. Ya sé que te perdí, no importa cuándo y siento que me falta la energía, se acaba para siempre la armonía y escucho mi silencio litigando. Y duele asimilar que no hubo encanto tan sólo la obsesión en su estampida, dejando su borrasca desmedida y el rostro del macabro desencanto.

En medio de las penas

  Cuando al alzar gloriosa la Navidad esplende en medio de las penas que ahogan la alegría, ella su paz regala con gozo, con albricias que anuncian sus bondades cuando el amor ofrece. Y brillan las estrellas y el cielo las consiente, miríadas de anhelos bendicen horizontes tan límpidos y puros, sin odios ni rencores, que adoran lo supremo, censuran la arrogancia en su verdad más plena, mientras con fe se alcanza superar las barreras que oprimen a los hombres.

Cuando el insomnio parpadea

  Insomnio que alimentas mi desvelo, miríadas de imágenes que fluyen que llegan en su raudo desenfreno dejando desafíos entre luces. Vigilia que desata la costumbre en medio de lo ríspido y lo oscuro, enigmas que castigan los minutos en tanto vitupera en el cansancio, el íntimo espejismo solitario que huye de la injuria y del insulto. Entonces confabulan los anhelos, las tantas añoranzas desprendidas, celosas perpetúan el silencio aquellas que causaron mil desdichas. Se apega a la nostalgia vitalicia que incauta en su imprudencia desespera, en tanto en su revuelo la conciencia precisa solazar al galicinio pues ama el rosicler en lo divino aún cuando el insomnio parpadea. Las letras se atropellan en el ruedo enfrentan sus verdades desveladas, prefieren asumir el florilegio y hacer que reverdezca la esperanza. Osado el laberinto que propasa la aurora en el intento que blasona, en tanto la ansiedad se desempolva y asume su rescate tempestuoso tratando de aliviar todo el insomnio que augur

Mientras en el monte

 Junto al universo nuevos derroteros llegan y convergen con nuestros anhelos, surtiendo esperanzas, alistan senderos auguran quimeras y abrazan desvelos. Auguran quimeras y abrazan desvelos son tantos caminos plagados de sueños, que juntos bendicen instantes, revuelos cascadas de luces en fieles empeños. Cascadas de luces en fieles empeños revelando huellas comparten consuelos, que besan azares y ofrecen ensueños entre madrigales sin sombras ni celos. Entre madrigales sin sombras ni celos se espera del alba sus trinos primeros, mientras en los montes pinceles gemelos dibujan señales, mensajes certeros.

Mientras besa la lluvia

  Mientras besa la lluvia con su arpegio solemne el enigma del cielo su albedrío nos deja, confirmando su impronta, su benéfica huella entre tanto la orquesta presurosa se ofrece. Es hermosa y sublime la mimosa cadencia cuando firme requiebra vigorosa los valles, melodiosa fortuna que se luce entre azares en colinas de anhelos y pendientes severas.  En el manto del río la sonrisa campestre hace guiños que acogen lo feraz y lo intenso y el torrente que fluye por el cauce revuelto se acicala en la esencia del hechizo que asperge. Nos regala el abrazo, la pasión de su ofrenda mientras goza el diluvio del instante divino, concentrado en sus notas, festejando el arribo va luciendo sus galas el Otoño que espera. Mientras besa la lluvia con su arpegio solemne es hermosa y sublime la mimosa cadencia, en el manto del río la sonrisa campestre nos regala el abrazo, la pasión de su ofrenda.

Sin miedo

La luz que aprisionara tus destellos se vió comprometida de repente, vagando en la penumbra que indolente vetaba el esplendor de tus cabellos. Dejando las presiones de plebeyos muy juntos defendieron vehemente, la causa propugnada diferente sin celos, ni mentiras ni atropellos. Y diáfana se asoma la esperanza no entiende de trifulcas ni quebrantos, en tanto va sanando su añoranza. Es cierto, se atesoran los encantos lanzando al universo una alabanza, sin miedo de enfrentar más desencantos.

Y duele

Aquello que lacera perspectivas en medio de lo adverso, de lo amargo, socava los anhelos, las sonrisas dejando soledad entre quebrantos, cargando la tristeza intempestiva que llega con las dudas del pasado e irrumpe en el presente sin medidas tocando el corazón en sus aciagos. Y duele la falacia, la apatía los días entre penas y fracasos, caprichos silenciosos en vigilia y asuntos discutibles sin contratos, las noches de impaciencia compartida, los besos escondidos del ocaso, la cruel incertidumbre a la deriva y el odio que castiga sin reparos.

Con sus grandes desafíos

 Invita en su vigor al desempeño la vida con sus grandes desafíos, mirífica nos deja el albedrío y osada nos entrega su universo. Sutil complicidad en cada intento que trata de inspirar en la alborada, nos brinda en la caricia más cercana el hálito que besa y emociona, trayendo el rosicler en cada aurora la musa que susurra sus palabras. La musa que susurra sus palabras conmueve nuestro andar sin acertijos, descubre esa verdad que en el lirismo despeja la mirada solitaria. Admira la belleza desde el alma y acude a la razón del sortilegio, nos habla en el arrullo del silencio con sana lealtad y sin sofismas, dejándonos la impronta que genuina irrumpe sin falacias ni misterios. Irrumpe sin falacias ni misterios  y expone realidades que conectan la vida en su bregar sin apariencias, que busca la humildad sin cautiverio. Viviendo a plenitud el privilegio de juntos superar adversidades, se suman los anhelos vulnerables en medio de lo críptico y oscuro, sanando con su espíritu profundo aquel

Y siente el despertar

En tanto la esperanza va perpleja mirando en el ocaso su desdicha, se siente vulnerable, convencida del trágico quebranto de la espera. Y es hondo el sinsabor de la pereza pues siente que el candil solo se apaga, requiere del poder de la algazara que prenda el optimismo, el alborozo, la fuerza del amor junto al asombro que vibra victorioso en su confianza. Intensa la verdad que no socava que aúna voluntades entre anhelos, vertiendo el surtidor que en el progreso revela su esplendor en la alborada. Y siente el despertar de la mañana que trina en el adagio del silencio, tornando su misión en sortilegio que invita a la emoción que se enternece, fijando la mirada que insurgente invita en su vigor al desempeño.

Dueles ausencia

¡Triste me siento, tú te has marchado mas me consuela nuestro pasado! Fueron instantes de amor, de anhelos que solazaban nuestros desvelos, tantas entregas, tantos revuelos: ¡sin controversias fuimos modelos! ¡Sé que me amaste con vehemencia desde tu estío, desde tu esencia! Límpidos sueños que me han dejado fieles recuerdos: jamás flagelos, mientras lacera la cruel sentencia. Dueles ausencia, que en el ocaso sus penas deja en tanto el alma sufre perpleja.   

Como cumbre la verdad

En forma decidida y permanente entregas lo mejor del corazón, con toda intensidad y con pasión harás en nuestro andar lo suficiente. En medio de este mundo diferente  haremos del amor nuestra delicia, sin miedo, sin rencor y sin codicia gocemos la más tierna lealtad teniendo como cumbre la verdad que alcorza cada azar y lo acaricia.

Fluye del alma

En tanto resplandece en lontananza allá en la lejanía del desvelo la máxima expresión de aquel anhelo que nunca ha renunciado a la esperanza. Aquel que persevera siempre alcanza se entrega con pasión en su revuelo no importa pues el límite es el cielo y encuentra su verdad en fiel alianza. La auténtica razón fluye del alma es trino de ese amor que no claudica y busca en el placer su ansiada calma. Poder del corazón que multiplica bondad en el hacer que no desalma y encuentra la virtud que dignifica.

Nuestro ahora

En vasta proporción y sin medida vivamos nuestro idilio que adoniza, que encanta con su ardor y nos hechiza dejando el buen aroma de la vida. No habrá ni malestar ni despedida pues sólo el corazón nos enamora, bendice cada día nuestra aurora alcorza con su amor maravilloso lo grato, placentero y dadivoso que besa nuestro instante, nuestro ahora.

Mosaico de Décimas II

 Contrapunto para Tierra de Poetas Ella a ti te habrá de amar pues eres pura ambrosía, que entrega en su fantasía lo tierno de su pensar. Es sublime hasta el trinar de ese corazón ardiente, que acaricia vehemente del alma cada desvelo, cada sueño, cada anhelo suspirando dulcemente.   No vengan con pasos lerdos ni con el torpe arrebato que simule de inmediato los más sinceros acuerdos. Siempre serán los recuerdos los que impongan su osadía, los que harán que en armonía y escudriñando momentos, regresen los pensamientos con su fértil lozanía. De un saber omnipotente se nutre toda tu esencia, con la más vital sapiencia que enriquece dignamente. Te entregas tan vehemente con el vigor de tu alma, que aliviando nos ensalma fluyendo con su mesura, mientras deja la ternura junto al verso que nos calma. Y verás que te ama tanto cuando mires a sus ojos, no habrá lágrimas ni enojos sólo el brillo de su encanto. Se te pasará el quebranto y aliviarás emociones, encontrando las razones para comparti

Al andar

 (Tridecasílabos en Rima Jotabé con Estrambote) Creyendo que al andar un mundo nos espera: ¡atamos la esperanza al sol de primavera! Defiende en su clamor la paz que nos aviva tentando la unidad leal que se cultiva, en medio del azar la noche nunca esquiva y esplende en su verdad sabiendo que motiva. ¡Augurio que solaza vidas y matices tan límpido y osado defiende sus raíces! No hay muro destructor de alianza verdadera, aquella que al andar emprende  su misiva de anhelos por atar sin sombras ni deslices. Sapientes directrices, fieles y sinceras imponen su mesura y encuentran la razón leal que las procura.

Un mundo nos espera

  (Versos tridecasílabos en rima Jotabé con Estrambote) En tanto con pasión vislumbra la esperanza, se siente en el tañer la voz de la añoranza. Cual fértil surtidor se impregna de valores bien sabe la verdad que suma a sus errores, sequía en la oquedad, desérticos rumores  que juntos bregarán sin odios ni rencores. ¡Profunda inmensidad precisa lo divino de todo lo real que inspira lo genuino! Y mientras el amor se goza en la confianza vence a la soledad con todos sus rigores: ¡dejándole al azar su anhelo peregrino! Edénico el  camino llevando en su arsenal la adarga justiciera: ¡creyendo que al andar un mundo nos espera!

Vislumbra el fiel estío

   (Versos tridecasílabos en rima Jotabé) ¡Siguiendo siempre fiel el brillo de la estrella mi mano ha de rozar el aura que destella! Se siente el presagiar del cielo desvelado, la noche ha de cruzar su anhelo revelado. Suspiro del silencio, instante idolatrado: ¡mientras un corazón se entrega emocionado! ¡Sublime el reflejar del mágico albedrío propone en su versar egregio desafío!  Impacta la verdad su mística querella, osado despertar en suelo equivocado: ¡en tanto con pasión vislumbra el fiel estío!

En su renuevo

Las lágrimas destilan añoranzas, son tantos los motivos, los flagelos en un mundo que cuenta las nostalgias en medio de ataúdes y silencios. Y el viento sopla intenso en su albedrío, son tantas las angustias y pesares que dejan esas huellas de peligro marcando la ansiedad en los instantes. Lo justo nos reclama un compromiso, se turba y petrifica junto al miedo que engendra lo más cruel desde su abismo en medio del más íngrimo desierto. La vida pone a prueba sus designios, impone en el azar su desconcierto, requiere del amor, del sacrificio, que surta vehemencia en su renuevo. La tierra se prepara convencida que habita la esperanza prominente  y el tiempo sanará todas las cuitas de sombras que entre dudas envilecen.

En medio del aciago que se asoma

Venciendo soledades y penumbras en medio del aciago que se asoma decreta libertad en cada aurora borrando los pesares de las dudas. Admira al rosicler desde su altura y el órfico trinar de los parajes nos deja su melódico mensaje que alcanza porque siempre persevera haciendo del ocaso primavera sin sombras de mortíferos pesares. Y busca en el milagro el complemento que osado en el sendero multiplica se crece entre avatares  y aglutina las voces que apagaron el silencio. Se escucha ese clamor del pensamiento que expresa su catarsis salvadora en medio de la aurora que convoca anclar las esperanzas desde el alma sabiendo que el amor siempre repara el daño espiritual que lo sofoca.  

Mosaico de Décimas

 Décimas de contrapunto en Tierra de Poetas Seguro ella lloraría con el corazón deshecho, sintiendo el más cruel despecho y la azul melancolía. Quiso beber la ambrosía y el néctar de un buen amor, mas el nefasto rencor la condenó entre sus males, sin saber que eran señales de un mañana encantador. Llora plena de emoción con el corazón henchido, siente el sueño complacido y defiende su razón. Adora la decisión de entregarse plenamente, siente el caudal de repente que fluye entre azar y sueño, poniendo todo el empeño que desea vehemente. Con amor le está llegando la señal de aquel anhelo, presente en cada desvelo con su brillo deslumbrando. Siempre fiel va vislumbrando la esperanza mensajera, la que diáfana y certera siempre leal apasiona y que nunca se abandona: ¡pues valiente persevera! Lo alcanzará es bien seguro en el brillante sendero, con el brío placentero que ha de labrar su futuro. No necesita un conjuro ni la hechizada utopía, pues tan sólo la ambrosía y el néctar del horizonte

Desde el anhelo

 Concurso para Tierra de Poetas. El amor en tiempos de pandemia. Desde el anhelo ( Décimas endecasílabas) Concibo el gran amor en la añoranza y es triste la agonía del encierro, bien sabe del dolor, cruel testaferro que junto a la tristeza nos alcanza. Es tiempo de surtir nuestra  esperanza aún entre las sombras de un flagelo, crecer en la unidad desde el anhelo creyendo en la razón siempre genuina, que siempre persevera y determina en medio del más críptico desvelo. En medio del más críptico desvelo el miedo paraliza y nos golpea, es cierto la caricia se desea mas siempre nos abraza el mismo cielo. Te siento entre mis notas en revuelo, me acerco a la intención de tu quimera muy pronto ha de venir  la primavera y entonces volveremos a estar juntos haciendo los más tiernos contrapuntos llenando el gran vacío de la espera.

Atrapando quimeras

Y sentir el vendaval de la tormenta navegando en el arcén de tu memoria, trascendiendo nuestro intento, nuestra historia y el cansancio espiritual que representa. Desatino en el luchar que nos enfrenta desempolva la verdad contradictoria, es sutil la emprendedora trayectoria que defiende la razón que la argumenta. Cuando pase el huracán que nos aqueja y el amor vista de azul a la esperanza: ¡volverán a renacer las primaveras! Y el torrente existencial, su moraleja dejará la huella firme de su alianza: ¡atrapando seductor tantas quimeras!

El eco de un amor en poesía

Inspira un susurrar al horizonte  el bardo en el onírico desvelo, se abraza junto al trino del sinsonte y busca su quimera en el anhelo. Alcanza la pasión en su revuelo, osado va ofreciendo la ambrosía que dicta la más dulce melodía  en medio del romance con la lira y encuentra en el adagio que suspira el eco de un amor en poesía. Motiva con denuedo a la esperanza se siente la emoción y el regocijo, deshiela para siempre la añoranza y prende el surtidor de su acertijo. No busca en la obsesión el entresijo que esconde la falacia clandestina,  se suma a la verdad que cristalina sacude lo trivial de la censura e invita a revelar en su armadura la fe que no se rinde y dictamina.