Mas siempre nace el verso
Allí estará mi pluma acariciando instantes de mis sueños compartidos, tratando de aliviar tantos pesares con versos que acompañen lo genuino. En medio del andar entre tormentas tratando de abrazar los acertijos anhelos que se escapan sin regreso y el tedio acorralado en el abismo. Allí estarán las horas y los días, senderos transitando laberintos, espejos que atraparon mi utopía y osados testimonios del exilio. En tanto el corazón surte y convence son tantos los recuerdos peregrinos, aquellos que intentaron acercarnos y luego convidaron al olvido. Mas siempre nace el verso en el desvelo y besa con su tinta mi delirio esparce su clamor mientras contempla detalles en las gotas del rocío aquellos que se vuelcan desde el alma y lanzan su mensaje de improviso al tiempo que sostienen las alianzas que inspiran entre auroras los idilios.