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Mostrando entradas de agosto, 2023

Llegas a mí

Llegas a mí, de musa consentida la dueña de mi osado atrevimiento el brío de la tinta que me inspira y arrojo del versar en mi destierro. Llegas a mí, nodriza que se asila  frugal en la oquedad de mi universo  dadora de esperanzas, tan genuina  cual égida que ampara sus misterios.  Llegas así, de ilusa golondrina  que emigra quijotesca entre los versos  cual Venus del Olimpo que acaricia  la lira que rubrica su denuedo. Llegas vital locura de las rimas  y anáforas del éxodo bohemio  de letras que alucinan despedidas  y el céfiro placer aventurero. Vives en mí, virtuosa poesía  el numen que hipnotiza cual espliego  dilecto romancero de caricias  besando los arcanos sortilegios. Llegas a mí, de musa consentida  la dueña de mi osado atrevimiento.  Vives en mí, virtuosa poesía  besando los arcanos sortilegios.

Se despeña el intento

 Se despeña aquel intento conmovido expirando la congoja que condena, pues la oscura soledad parca le ordena confinar sus anatemas al olvido. En atávico sendero recorrido va el intento que alucina y desordena, el empeño vehemente que resuena cual averno lacerado y confundido. Se quebranta lo genuino en el flagelo, cual azote consternado que estremece el oasis esplendente de un anhelo. Y despeña la malicia que fenece en su pereza al desprecio que envilece, exiliada en azaroso desconsuelo.

Andar y Despedida

Donoso con su andar en despedida segando sus misterios con donaire, garboso resplandece con desgaire  y abriga la amapola resentida.  Garboso resplandece con desgaire, airoso con la gracia resplandece y acequias del estío que fenece refugian sus aromas con socaire.   Y acequias del estío que fenece conspiran el azarbe cual cascadas, despiden las azules alboradas y ostentan el ocaso que amanece. Despiden las azules alboradas de espliegos florecientes cual revuelos,  las mágicas albricias y desvelos de noches ladronzuelas conspiradas. Las mágicas albricias y desvelos, crepúsculos celestes consentidos confinan los amantes bendecidos: traviesos clandestinos entre anhelos.

Yo Siento Corazón

Yo siento corazón que te desalma la grieta del rencor que se confiesa  y exilia en el dolor que se profesa, estigmas refugiados que dan calma. Yo siento el nihilismo que perdona  incrédulo infecundo de sorpresa, plagiar la falsedad en la promesa cual yerma soledad que le abandona. Y siento en el averno la codicia errante y peregrina cual la sombra, vagar la vastedad de su avaricia. Destierra lo inasible que se asombra del frágil corazón que se aniquila,  confeso del rencor que lo mutila. Confeso del rencor que lo mutila  confina solitario la esperanza, que arcana en el azar de la añoranza  se aferra a la utopía que vigila.  Se aferra a la utopía que vigila la grieta del rencor que se confiesa, incrédulo infecundo de sorpresa del frágil corazón que se aniquila.  

No Sé

No sé si es esperanza o agonía la ignota sensación que se revela, absorta en el murmullo de unas letras  irrumpe el laberinto del suspenso. Tal vez un vendaval de sentimientos atónito retorne ensimismado, sorprenda al horizonte estupefacto e impele con la fuerza que le inspira. Incita confesiones y arrebatos conjura impenitente lo lascivo,  no sé si habrá un quizás correspondido que anule la obcecada intolerancia. Infunde vehemencia desde el alma, repele la mentira solapada que esconde la verdad en la algazara ruidosa de sofismas y de engaños. No sé si en la locura del idilio estrumpe suplicante el embustero, lo cierto es que se esfuma en el silencio la argucia enmarañada de las dudas. Y mientras la alborada nace ilusa de anhelos que disipan la nostalgia, testigos confidentes acicalan la impronta del amor y su albedrío.

En Su Iluso Revuelo

Me sorprende el ocaso, irrigó el sortilegio convulsivo y egregio cual sublime parnaso. No se alió en el fracaso, se nutrió del desvelo pretendiendo el anhelo de cruzar la mirada, con la musa agitada en su iluso revuelo. En su iluso revuelo me seduce la noche y en el loco derroche de su azar me consuelo. No me atrapa el recelo, no será el fiel testigo, sino el délfico abrigo  que me acerca a tus alas, mientras tú te acicalas para verte conmigo.

Mientras Besa el Alma

Encantar canciones, revelar suspiros. ¡Cuántas emociones besan el idilio!  Mientras quien escribe surte su humanismo, el amor le inspira remansos divinos, en lo inexorable, libre en su albedrío, arrastra las penas, pero no el olvido. Hermoso concierto de albur y esperanza, notas que trascienden, requiebros, nostalgias. Sublime el acorde se escapa y abraza, fecunda la lira junto al pentagrama, se pierde entre cuerdas y absterge con gracia en la holganza ilusa mientras besa el alma.

Acicalando Universos

Persevera el compartir  cual traviesa primavera y extrapola la frontera con el arte de vivir. Verso a verso en el sentir que hermana con armonía, la más tierna melodía de la amistad sin ocaso, con la magia del parnaso y el numen de su ambrosía. Mariposa que aletea junto al primor de los versos, acicalando universos cuando el numen balbucea. El rosicler tintinea se inclina ante tus esperas, bendice las primaveras al besar el sortilegio, que versa tu florilegio mientras riman tus quimeras.

Enfrentando Desafíos

Bregan osados los años mientras los versos inspiran, van cargados de recuerdos junto a notas que deliran con la pasión que estremece sentimientos al amar. Renaciendo entre cenizas cual compendios de memorias, revelan cada epopeya desnudando sus historias: enfrentando desafíos cruciales, sin claudicar. Conspiran con los instantes que sorprenden horizontes, atraen sueños, quimeras, perseverando en los montes y se aferran los anhelos a proyectos por llegar. Se apoderan de las sendas que conducen al estío, visualizan primaveras bendiciendo su albedrío: mientras fúlgidos cincelan senderos por conquistar.    

Místico

Ilusos manifiestan sus honores sin manchas de arrogancia ni entresijos, revelan los soñados acertijos que inspiran rosicleres seductores. Y saben discernir entre clamores espectros de visiones y amasijos, trinares sin censuras ni atadijos que entonan sus romances delatores. No hay dudas que en el canto milagroso florece la virtud cual sortilegio que ofrece su caudal maravilloso. Se escucha en el azar un florilegio que surte en su concierto prodigioso el místico arrebato de su arpegio.

Desnudo de Silencios

Ayer lo vi, desnudo de silencios testigo enamorado del decoro, preclaro del amor sin cautiverio castrando la malicia en los escombros. Ayer brilló el lucero de su rostro en medio de acertijos y de sombras, en tanto vi el plumaje caprichoso brillar de regocijo entre las rosas. El aura del azar surtió su aroma tentando deliciosos  desafíos, esencia de esperanza milagrosa que asfixia la arrogancia en el abismo. Indemne de mentiras va el cariño supremo en algarada de emociones, inspira la pasión entre suspiros y eleva los anhelos sin rencores. Ayer lo vi, marcharse cual quijote sin cargas traicioneras ni egoístas, asceta que bendice el horizonte y allana el laberinto de utopías. Desnudo de silencios prejuiciosos tan libre el tocororo peregrino, remonta las palmeras orgulloso y el aura tricolor sin espejismos.

Suman Mis Noches

Suman mis noches de andanzas rebosantes fantasías, son arúspices espías pletóricas de quimeras, que ambicionan primaveras consumadas de esperanzas. Suman euforias, aciagos, las distancias y lamentos, conjuran los pensamientos sus azares peregrinos, conspirando libertinos los insomnios entre halagos. Suman mis noches poemas y alucinantes visiones, confidentes emociones en rosicleres se inspiran, mientras los versos deliran con la luna y sus diademas.

El Trino Viajero

  Emulando el canto que emite el sinsonte en verdes campiñas deleita el jilguero, fiel y enamorado del trino viajero campestres tonadas vagando en el monte.  La brisa seduce cual suave remonte que alcanza en el eco su arpegio hechicero, traviesa armonía que en su derrotero suspira entre notas de iluso horizonte. Y será el concierto preclaro de vida en la rosaleda del añil espliego, que acrisola el aria del amor que anida. En la melodía romanza y sosiego auguran la noche serena y florida, en manto cual orla del azul dondiego.

Sin Tregua

 Y allí empezó sin tregua la amarga despedida de abismos intrigantes, quebranto y confusión, vertió el ayer callado su lágrima escondida tratando desde el alma sanar tanta obsesión. Silencio aquilatado consterna estrepitoso, visiones y espejismos esculpen el dolor, estalla lastimero tan frágil y angustioso buscando en otro cielo la euforia del amor. Impetra sofocante mi verso al embustero, implora vehemente que cese el desamor e inspira el fiel testigo crucial del escudero que estrumpe con su adarga venciendo el estupor. Atávico un anhelo genuino desde el alma libera su atadura y enfrenta el desafío. Quizás con el denuedo vital llegue la calma  que anulen oquedades nefastas del hastío.