Cascadas de Luces

Es la emoción quien me inspira  cuando pienso en ti Matanzas versan tiernas añoranzas y esplende el alma en mi lira. Mi nostalgia te suspira y eres lumbre en mis euforias, cuando entre bellas historias  las remembranzas cobijan, anhelos que no claudican y edifican mis memorias.   Eres el verso que abriga la nostalgia surtidora y eres la musa dadora que mis quebrantos mitiga. Atenas que nos prodiga las dádivas de tus sueños, eres la perla de ensueños que revelo en mis visiones, ataviada entre pasiones de tus ríos caribeños.   Eres testigo de alianzas del estío que florece, que no olvida ni fenece y eclosiona en esperanzas. Eres musa mi Matanzas y en el peregrino anhelo, te dibujo en el revuelo del arúspice delirio, con el aroma del lirio y el hechizo de tu cielo.      

El verso se hace luz cuando aquilata su noble coalición con la grandeza, que nace libertaria y sin cadenas y alcorza desde el alma la mirada. El verso se emociona en la vanguardia, condena el terrorismo que flagela y clama sin censuras ni fronteras que brille primorosa la palabra. Agita las banderas solidarias, enfrenta el odio absurdo que lacera  en medio del dolor no se doblega, si esplende redentora la esperanza.   El verso compromete y se agiganta iluso e irreverente no claudica, ni teme el vendaval de la golpiza sangrienta en la barbarie y la arrogancia. El verso conmociona sin venganzas es  sabio en el hacer y en la justicia, aliados del amor que dignifican senderos decorosos sin falacias. En tanto se estremece cuando allana abismos de quebrantos y colinas, irrumpe victorioso en la vigilia leal en las quimeras de su alianza.    

Gracias Poesía por animar mis amaneceres y apasionar todos mis crepúsculos.   Eres tú peregrina de almas cautivando horizontes en versos,  eres tú la bohemia de antaño y el enigma de anhelos presentes. Eres tú primorosa de encantos en alianza con musas y duendes, centinela de azares, ocasos y del alba su fiel confidente .   Entre líneas abrazas la vida mensajera del vasto universo, la traviesa de encuentros y enigmas que revela acertijos dementes. Eres tú la vital pitonisa hechicera sensual  e impaciente, en las noches de ilusas caricias eres tú quien presagia el deleite.   Consentida en la délfica lira que apasiona con letras de fuego, eres tú la razón, la osadía que susurra su estío elocuente. Libertina, amorosa y bravía con la daga del verbo clemente,  tolerando nostalgias sombrías al fluir cual adagio indulgente.   Eres tú damisela genuina quien escribe la historia del tiempo y en el cénit cual luz de armonía melodiosa susurra y advierte. Eres tú la fortuna q

Que vivas en libertad sin rencores que envilecen, encadenan y entristecen en tinieblas de maldad. Llegue a ti la claridad del amor que se libera y renazca en primavera con el Sol como testigo, sin el flagelo enemigo que asesina tu quimera. Esto es por ti Venezuela por tus estrellas divinas, esplendentes y genuinas junto al eco que revuela. El pensamiento destella, aunque el odio desconcierte y ante la desidia inerte que con sangre paraliza, la dictadura agoniza y amenaza con la muerte. Marcha la fe que conspira, en la soberana aurora, que indómita y redentora en la esperanza se inspira. En la unidad se respira el decoro de la historia, que convoca a la victoria frente al tirano arrogante, que sucumbe delirante en su falacia mortuoria. Esto es por ti que aguerrida no se amilana con llanto, ni claudica en el quebranto que ha profanado la vida. La mentira resentida y el sangriento vandalismo, presumen del fanatismo por el odio, la anarquía  y la absurda idolatría dis

  El ángel que besó nuestra esperanza amando intensamente aquel suspiro, bebió el placer saciando la añoranza dejando el corazón en su retiro. El roce seductor del acertijo desnudo en el silencio del respiro, tornó su luz de paz en regocijo amando intensamente aquel suspiro.   Brilló el fanal de gozo en las quimeras,  el alma acarició sus mariposas, trocó el arcén del llanto en primaveras loando candilejas silenciosas. Pasó fugaz, inquieto y confidente el ángel del silencio entre las rosas,  en tanto en el anhelo tiernamente el alma acarició sus mariposas.      

Como fiel testigo del sensual arpegio es genuino el verso del caudal que inspira, si hechiza la esencia vital del tintero la pluma del alma cual perla divina.   Es genuino el verso del caudal que inspira el iris del monte y el regio lucero. Se goza en el alba que irrumpe atractiva lozana y perfecta en su vuelo etéreo.   Si hechiza la esencia vital del tintero la fértil morada de la ilusa lira, dilecta dibuja cruciales anhelos epígonos sueños de musas y enigmas.   La pluma del alma cual perla divina bendice con letras su bregar bohemio, nos deja entre huellas la eterna utopía como fiel testigo del sensual arpegio.

  La esperanza no se agota ni delira es curiosa en su demencia y su fortuna. Es ardiente y caprichosa en la aventura cuando alcorza con su verso a la deriva.   Es amante compañera en las primicias y entreteje su acertijo sin preguntas. Se apasiona en el azar libre de dudas y es intensa en la tormenta y en la brisa.   Habla el alma y el espíritu le escucha y en las notas del lirismo y sus enigmas, nacen versos matizando las reliquias que entrelazan las memorias más profundas.   No fenece el florilegio en las penumbras ni en las culpas agotadas por estigmas. Mientras brille el horizonte en su armonía la elocuencia vibrará con su hermosura.   En la paz de esta sonata vespertina de la musa dadivosa y oportuna, el milagro del amor que no censura eclosiona al universo en sus albricias.

  Presente la añoranza cetrina que confesa aclama por el alba de un tiempo sin quebranto. Se asila la esperanza desnuda de su encanto, buscando un nuevo cielo que arrope su promesa.   Torrente del recuerdo que fluye y que fustiga el río de visiones de arcanos laberintos. Inspira la ambrosía de utópicos instintos y anulan la ignorancia del odio que castiga.   El néctar de la historia pasada se ilumina y vuela liberada cual brisa que inasible, descubre lo genuino y alcorza ineludible el hoy que nos ofrece su marcha peregrina.   Tentada y poderosa la voz que no claudica trasciende sin temores los cerros y praderas, consagra humanizada las diáfanas quimeras al ínclito universo de paz que purifica.   Trillado está el sendero, despliega su albedrío se nutre en la conciencia vital de la templanza, sin miedo ante el flagelo que azota con venganza asume dignamente su indómito atavío.

Aquí estoy mi bella amiga desvelada con la musa, que revuela siempre ilusa en el azar que prodiga. Coquetea con la espiga del gladiolo en mi ventana y saborea lozana la estación que nos inspira, la ambrosía de la lira suspirando cotidiana.   Pues la comparto sincera con esta amiga adorada, dilecta y entusiasmada con la décima certera. En otoño o primavera con la rima gota a gota, animamos cada nota a pesar de la inclemencia, con la diáfana paciencia y el versar que se alborota.   Mujer, amiga y hermana fiel, ilusa y consejera eres paciente en la espera y eres canto en la mañana. Con la sonrisa lozana funde la esencia de vida, bondadosa y sin medida con el brío cotidiano, nos tiende el alma en su mano con el amor que convida.      

    Digo mujer deidad de la palabra, verdad que sublimiza lo genuino. Digo mujer, la vida se levanta y alcorza su virtud sin espejismo.   Digo mujer, renuevo de sonrisas, fragancia de alegría en el espanto y si el dolor la turba en su caída el ímpetu de amar seca su llanto.   Digo mujer divina valentía, la diosa que conjura nuevos pactos, alianzas con los hijos de la vida y fragua de esperanza en el quebranto.   Digo mujer genuina fortaleza que ofrece sus quimeras sin descanso. Digo mujer y el néctar de su esencia revela la ambrosía de sus actos.   Digo mujer crisálida de sueños  oasis de horizontes y desiertos. Digo mujer y esplende el universo que irradia la bondad de su talento.   Digo mujer alondra de la aurora egregia en su trinar sin doblegarse. Irisa desde el alma los instantes y funde en el crisol su propia historia.    

Mujer que inspira la vida entre holocaustos y rosas, sensible cual mariposa siempre ilusa y atrevida. Mujer que suave o curtida por historias silenciosas, deja sus huellas valiosas cual aurora florecida. No se postra ante lo adverso de insensatas tempestades, ni claudica en los quebrantos cuando abraza el universo, libre e indemne de maldades y divina en sus encantos.

Tu carta he recibido amiga mía, reclamas en tus letras por ayuda, te siento reticente entre las dudas y accedo respondiendo a tu misiva.   No aferres tu dolor al desconsuelo, la vida te sonríe en sus primicias si abrazas la razón que te emancipa y esplendes en la aurora del talento.   No importa que critiquen la almenara, que enciende en su candil nuevos senderos ilusos que acrisolan los cimientos e inspiran la verdad cada mañana.   Conspiro con el sueño que amanece y siento renovado en su aforismo, sin miedos, ni anatemas o remilgos que agravien esperanzas que florecen.   Mi carta se enajena del quebranto y aspira ser tu cómplice resuelta, hermana siempre amiga, sin cadenas cual libres mariposas de los campos.   Aquí beso el ingenio que travieso se escurre entre los versos cual alianza genuina, confidente y sin venganzas, artífice preclara de tu anhelo.   Recibe amiga mía las albricias que animen con donaire tus quimeras, bendice tu añorada primavera sin tedi

  Denunciaron las palabras que condenan los aciagos en las penumbras de insomnios y juramentos quebrados. Empinan gloriosos héroes las consignas silbadoras, aglutinando esperanzas con la hidalguía de auroras. Enfrentan viles mentiras solapadas en las sombras  convicciones sostenidas por la humildad redentora. Y al desterrar la ignorancia con la fuerza del decoro, ... no hay desorden ni anarquía que conspiren insidiosos. En la sentencia fundida va el aforismo de un sueño que se libera sin armas, con la voluntad del pueblo. Marcha la estirpe sagrada reclamando valerosa la inevitable batalla que conjura con la historia. Esplendente se vislumbra por los Andes el revuelo, unidos van el coraje, la confianza y el ingenio. Fuerza vital libertaria pregonando levantisca, el patriotismo en la esencia de la redención genuina. No callará la añoranza ni la fe que se emancipa, no cesarán las plegarias que inspiran la rebeldía y en medio de sangre y fuego sin claudicar persevera,