No callará la añoranza
Denunciaron las palabras que condenan los aciagos
en las penumbras de insomnios y juramentos quebrados.
Empinan gloriosos héroes las consignas silbadoras,
aglutinando esperanzas con la hidalguía de auroras.
Enfrentan viles mentiras solapadas en las sombras
convicciones sostenidas por la humildad redentora.
Y al desterrar la ignorancia con la fuerza del decoro,...
no hay desorden ni anarquía que conspiren insidiosos.
En la sentencia fundida va el aforismo de un sueño
que se libera sin armas, con la voluntad del pueblo.
Marcha la estirpe sagrada reclamando valerosa
la inevitable batalla que conjura con la historia.
Esplendente se vislumbra por los Andes el revuelo,
unidos van el coraje, la confianza y el ingenio.
Fuerza vital libertaria pregonando levantisca,
el patriotismo en la esencia de la redención genuina.
No callará la añoranza ni la fe que se emancipa,
no cesarán las plegarias que inspiran la rebeldía
y en medio de sangre y fuego sin claudicar persevera,
la independencia anhelada que desecha sus cadenas.
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