Adviento, tiempo de espera
El amor todo lo espera sin cansancio y sin asombro, resucita del escombro y arrebola en la quimera Milagroso en primavera y en osada despedida, es soplo de intensa vida que guarda el azul retoño, de la nostalgia de otoño y la gélida partida. Adviento en la fiel promesa que tremola en el desierto, pregonando el fiel concierto que la palabra profesa. Plegaria cual luz confesa irradia el aura del cielo y el espiritual anhelo se corona en las albricias ofrendando las primicias del angelical revuelo. Se prepara la corona con el candil del camino, nace el verbo peregrino en el álveo que apasiona. Es la estrella la anfitriona confidente de la alianza, de la fe con la esperanza surtidora de agua viva, que humanizada motiva su más sagrada alabanza.