Adviento, tiempo de espera
El amor todo lo espera
sin cansancio y sin asombro,
resucita del escombro
y arrebola en la quimera
Milagroso en primavera
y en osada despedida,
es soplo de intensa vida
que guarda el azul retoño,
de la nostalgia de otoño
y la gélida partida.
Adviento en la fiel promesa
que tremola en el desierto,
pregonando el fiel concierto
que la palabra profesa.
Plegaria cual luz confesa
irradia el aura del cielo
y el espiritual anhelo
se corona en las albricias
ofrendando las primicias
del angelical revuelo.
Se prepara la corona
con el candil del camino,
nace el verbo peregrino
en el álveo que apasiona.
Es la estrella la anfitriona
confidente de la alianza,
de la fe con la esperanza
surtidora de agua viva,
que humanizada motiva
su más sagrada alabanza.
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