Cascadas de Luces: Ven Amor.: Ven amor , que inspiras mis enigmas, cual mágica virtud de tu sonrisa. Ven amor, anclada está mi alma si acaricia, la noch...
Mi verso te daría Esta noche mi verso te daría efluvio torrencial de la esperanza, las gotas de mis letras, la añoranza y al trino del silencio volvería. Tal vez desde mi espacio miraría el fondo del abismo que te alcanza, ilusa y optimista en la confianza en tanto un horizonte se abriría. Quizás en la certeza de un te quiero el eco del amor no se confunda y acepte el escrutinio verdadero. Sé bien que el sentimiento nos fecunda, que vierte en el torrente su tintero tallando la palabra más profunda. Congratula a la esperanza Tallando la palabra más profunda en medio de disturbios, laberintos, hagamos del amor sin acertijos el mágico cincel de nuestra lucha. Obviando los recelos, las penurias, fantasmas e infundados vaticinios, hagamos con empeño y sacrificio la base existencial que no se enturbia. Que el ritmo de la vida nos sorprenda, nos de fuerza de fe, perseverancia y anule el egoísmo y sus...
Apresura su andar el final visionario, no hay alquimia capaz que detenga al testigo si se adueña el azar presuroso y amigo, desafiando el ritual que condena al calvario. Es letal el pesar de este tiempo corsario agotado de amar recibiendo castigo, tolerando el dolor de avatar enemigo que flagela la paz cual abyecto sicario. No será el corazón el frugal peregrino ni el proemio vital del carácter cetrino, si en la etapa final el rencor hace historia. Y el oprobio sabrá del sofisma sangriento fustigando rapaz la verdad y el talento, expoliando en su andar cual justicia ilusoria.
Caminemos los dos de la mano del tiempo, el ayer ya no es hoy, el ahora es eterno. Sentiremos los dos los azares supremos, el presente de amar, el presente sin miedos. Caminemos así confidentes eternos, en el peregrinar juntaremos anhelos. Sentiremos los dos el abrazo del viento, el suspiro al andar y el sublime desvelo. Muy unidos tú y yo siempre amantes bohemios, susurrando pasión, confidentes del tiempo, muy unidos los dos conquistemos silencios, revelemos el hoy con valor sin misterios. Muy unidos tú y yo confrontando desiertos, compartamos amor y el mirífico aliento cuando juntos los dos sin temores inciertos, viviremos el hoy:¡Nuestro hacer, nuestro tiempo!
Luna azul en blanco cielo surtidora del rocío, bendiciendo el sacrificio en el ínclito universo, del pesebre nazareno y la humildad del recinto. Rosa mística y aroma del más preciado silencio, cual Espíritu sediento es libertad, luz y gloria, mientras la paz salvadora es fortaleza de anhelos. Fría noche que contrasta con el iris del lucero y el divino alumbramiento deja sus huellas marcadas, en la sonrisa preclara del estío navideño. Plena bondad sin fronteras y albricias cual regocijo de esperanzas, desafíos proclamando en cielo y tierra, la palabra verdadera cuando el Verbo hace caminos.
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