Sin rostro ni corazón
Eres infiel subterfugio que disimula y escapa, que se esconde tras las sombras y evade hasta la razón. Eres el falso alegato que en mentiras se agazapa y el pretexto artificioso sin rostro ni corazón. En tu capricho ambicionas todo aquello que te atrapa, destruyes el horizonte, te acercas a la traición, sin importar lo vivido que atesora cada etapa confundes a la esperanza superando a la ficción. En el tormento insidioso, sin humildad ni contraste, presumes de la avaricia, del alevoso desgaste, lacerando la energía, la humanidad, los soñares. Subestimas las batallas, justificas tus maldades, tu egocentrismo malvado mancilla las voluntades oscureciendo caminos y silenciando cantares.