Por la acción que no intimida
Por esa vida que anhela
auroras y amaneceres,
plenitud de atardeceres
cuando el amor sobrevuela.
Por esa fe que libera,
que desde el alma se inspira,
que no daña ni delira
entre el odio y la violencia
y a la vida no sentencia
porque es ella a quien admira.
Por esa ilusión que anida
y eclosiona en esperanza,
no tolera la venganza
ni la rabia enloquecida.
Por la acción que no intimida
ni esconde los espejismos,
se rellenan los abismos
con voluntades certeras,
que no encarcelen quimeras
ni aplaudan los egoísmos.
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