Y siente el despertar
En tanto la esperanza va perpleja
mirando en el ocaso su desdicha,
se siente vulnerable, convencida
del trágico quebranto de la espera.
Y es hondo el sinsabor de la pereza
pues siente que el candil solo se apaga,
requiere del poder de la algazara
que prenda el optimismo, el alborozo,
la fuerza del amor junto al asombro
que vibra victorioso en su confianza.
Intensa la verdad que no socava
que aúna voluntades entre anhelos,
vertiendo el surtidor que en el progreso
revela su esplendor en la alborada.
Y siente el despertar de la mañana
que trina en el adagio del silencio,
tornando su misión en sortilegio
que invita a la emoción que se enternece,
fijando la mirada que insurgente
invita en su vigor al desempeño.
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