No dejes escapar nuestra quimera
Si sientes que mi vida es como el verso
que puede dibujar hasta la brisa,
entonces no me niegues la sonrisa
y entrega el frenesí de tu universo.
Bien sabe el corazón ser aposento
del gozo, del valor, de la esperanza
y sabe alimentar desde su holganza
el rostro de un sublime juramento.
Demandas desasir las ataduras,
quitar la pesadez del desconcierto,
que el árido pesar de aquel desierto
fenezca en el olvido de amarguras.
Romper con el aciago de lo adverso,
mirar la luz que invade la mañana,
con esa libertad tan soberana
de ser quien peregrina con mi verso.
Si piensas que la impronta desespera,
que puede escudriñar en la memoria
entonces no te alejes de esta historia:
¡no dejes escapar nuestra quimera!
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