En la triste soledad de la partida
Y no quiso asimilar tantos desvelos
en la triste soledad de la partida,
fue la osada decisión que en la barrida
puso el énfasis final entre recelos.
Fue tu ingrata solución quien entre velos
pudo entonces alienarse en la estampida,
de la intrusa falsedad que en su medida
trascendió sin superar todos sus duelos.
Hubo noches de escapadas clandestinas,
de suspiros que alucinan inspirados
desnudando sus pasiones más genuinas.
Mas las dudas desvistieron sus pecados
como notas que abrazaron peregrinas:
¡los mensajes entre anhelos conspirados!
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