El caudal de su abundancia
Mientras justo persevera en lo divino,
lo leal deja su impronta cuando alcanza
la beldad que viene atada a la esperanza
y que brilla en lo esencial y en lo genuino.
Y es que el tiempo nos seduce peregrino
cuando sabe de ese amor en cuya alianza,
confabulan la virtud con la añoranza
y solazan los azares del camino.
Tantas veces anhelamos la ambrosía
que destila en el idilio su fragancia
cuando osados nos llenamos de energía.
Y es que el verbo del hacer en su constancia
nos conmueve y nos inspira en armonía
a beber todo el caudal de su abundancia.
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