Desde su anhelo
Se impuso el corazón desde su anhelo
y quiso amenizar con su caricia
la nota que dejaste arrepentida
en medio del sollozo y del silencio.
Te fuiste tan deprisa, en desconcierto
en tanto un vendaval amenazaba,
no diste tan siquiera la esperanza
de un día regresar junto a los tuyos,
pues bajo tu dolor se hizo el conjuro
que intenso trascendió sin decir nada.
Se impuso la razón frente al cortejo
y osada en su emoción se precipita,
quedando desde el alma sorprendida
en tanto procuraba tu regreso.
Te hundiste en el abismo de un destierro
poniendo tierra y mar cual pesadilla
de sombras espectrales en vigilia,
desiertos de palabras sin sentido,
pendientes, angosturas, laberintos:
¡la insana perdición de tu avaricia!
Comentarios
Publicar un comentario