Se despeña el intento


el empeño vehemente que resuena
en averno lacerado y confundido.


Se quebranta el altruismo en su flagelo,
cual azote consternado que estremece
el oasis esplendente de un anhelo.


Y despeña la malicia que fenece
su pereza al desprecio que envilece,
exiliada en azaroso desconsuelo.

 

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