En ínclito horizonte del silencio
Siento el rozar del beso reservado
agitar el conmovido florilegio,
siento el arisco empeño del silencio,
al turbar el melancólico arrebato.
Siento el frugal rozar conmocionado,
de los labios susurrando sus misterios
y el atávico versar parco y bohemio
desterrando las nostalgias del pasado.
Es verdad, eres el hálito de auroras,
eres dueño del edén que me emociona
cuando rozas mis azares con tus besos.
Es así, siento el remanso sin mentiras,
sin arcanas sensaciones reprimidas
en ínclito horizonte del silencio.
II
En ínclito horizonte del silencio
el destino perpetúa sus primores,
cual bohemio que eclosiona sus pasiones,
en la inquieta seducción de su universo.
Es preclara en el sublime sortilegio
la genuina candidez que no se expone,
al absurdo laberinto de rencores
ni a la terca negación del desconsuelo.
Siente así en la osadía que se atreve
al besar la poesía que conmueve,
la virtuosa gratitud de su denuedo.
Es así, tierno y viril , beso bohemio,
que al rozar su intrepidez por mis anhelos:
eclosionan cual renuevos los placeres.
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