Entre Anhelo y Suspiro
Se entregó el corazón al poema que escribo,
su torrente surtió cada etapa que pasa,
pretendió levantar la mirada hacia el alma
y tan solo vivir el edénico idilio.
Se entregó hacia la luz la verdad del delirio,
la razón que impulsó la sutil remembranza,
intentó cuestionar la más cruenta nostalgia
en la adicta oquedad de silencios impíos.
Entregó su pasión, lo adorable y genuino
el desierto clamó por su lágrima osada,
nada pudo apagar nuestra hoguera que en llamas
sorprendió en su bregar la obsesión del olvido.
Y aparté de mi vida el nefasto vacío,
el que quiso acallar nuestra ardiente algazara.
Abrazamos tú y yo la llegada del alba
cortejada de amor, entre anhelo y suspiro.
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