Prohibido olvidar
Prohibido olvidar tanta ignominia
cual descarga de odio envilecido,
que cegó la esperanza entre alaridos
de gritos lacerando las heridas.
Asfixiando el decoro con la ira
intensa y despiadada flagelando,
sin importar el aura de los años
hundiendo a la inocencia con malicia.
cual descarga de odio envilecido,
que cegó la esperanza entre alaridos
de gritos lacerando las heridas.
Asfixiando el decoro con la ira
intensa y despiadada flagelando,
sin importar el aura de los años
hundiendo a la inocencia con malicia.
Se prohíbe olvidar tanta indolencia
la cruel atrocidad del despotismo,
que violó lo más puro y lo más digno
quebrando tantos sueños y quimeras.
Suplicio de agonía que encadena
el supremo dolor entre las olas,
no pueden silenciar almas, historias
testigos del terror que deja huellas.
la cruel atrocidad del despotismo,
que violó lo más puro y lo más digno
quebrando tantos sueños y quimeras.
Suplicio de agonía que encadena
el supremo dolor entre las olas,
no pueden silenciar almas, historias
testigos del terror que deja huellas.
Contubernio de espuma, mar y arena
cual templo libertario que no expira,
virtuoso en la misión que no claudica
buscando un horizonte entre tinieblas.
Exhala libertad de primaveras
e inunda su algazara redentora,
anhelos perpetuando las memorias
de almas que aún irisan las estrellas.
cual templo libertario que no expira,
virtuoso en la misión que no claudica
buscando un horizonte entre tinieblas.
Exhala libertad de primaveras
e inunda su algazara redentora,
anhelos perpetuando las memorias
de almas que aún irisan las estrellas.
Inspirada en el recuerdo de aquellos niños, adolescentes y jóvenes cargados de sueños y propósitos nobles, cubanas y cubanos que fueron vilmente asesinados el día 13 de julio de 1994, en aguas territoriales por guardacostas, cuando trataban de escapar del suplicio agonizante de la dictadura cubana, en el Remolcador 13 de Marzo.
¡Fatídico día, prepotencia y odio aniquilando vidas!
A todos aquellos cubanos que se han lanzado en balsas, embarcaciones precarias, enfrentando la inmensidad llena de impredecibles desafíos del Mar Caribe, para atravesar el Estrecho de la Florida en aras de alcanzar libertades obvias y plenas oportunidades de vivir dignamente: el eterno respeto y la admiración suprema.
Para aquellos que hoy duermen el sueño eterno en las profundidades del océano sin haber alcanzado sus quimeras, sepan que sus almas trascienden sin censuras ni cadenas para la eternidad.
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