NUESTRO OCASO

Llegamos plenamente a nuestro ocaso

luciendo nuestras ansias y desvelos,

los surcos que se marcan por el tiempo

dejando cicatrices a su paso.


Miramos con los ojos del pasado

las páginas tan llenas de memorias,

vivimos cada instante, cada historia,

seguros del sendero transitado.


Y besas con pasión nuestro silencio,

me halagas consintiendo mis espacios,

yo en tanto te acaricio en mi regazo

amando este placer que reverencio.


Mas siempre nos abraza la esperanza

llenándonos de anhelos y de sueños,

dispuestos al solaz del sortilegio

que sigue iluminando nuestra alianza.


Gallardo surtidor de mi parnaso

que inspira lo melifluo de mi lira,

tocando nuestra almas encendidas

que prenden nuestra hoguera en el ocaso.

 








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