En días de sombras y en horas perdidas
En días de sombras y en horas perdidas,
en lo destemplado, ríspido, inclemente,
lo desapacible que acosando asfixia
dejando borrascas, turbulento hiere.
Viento huracanado que encapota sueños
vilipendia vidas, censura, reprende,
entre notas sueltas esparcen intrigas
agravios y ultrajes que turban anhelos.
En días de sombras y en horas perdidas
la coima pretende propagar sus fuentes,
dejando infortunio, mientras gratifica
al que vitupera sobornando siempre.
Cumbres enlodadas de aciagos inciertos
esconden falacias, abismos, dobleces,
miran displicentes, tortuosas, ladinas
dueñas absolutas de escarnios siniestros.
En días de sombras y en horas perdidas
la melancolía su pereza impele,
ofrece la abulia, la odiosa desidia
con la negligencia fatal que empobrece.
Sugiere la vida derroteros nuevos,
requiere la fuerza que miedos despeñen
rompiendo ataduras, murallas de estigmas,
aupando esperanzas con vigor y empeño.
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