Asceta en la virtud
Luceros que enternecen madrugadas
genuinos del amor sin condiciones,
misterio del silencio confidente
y el sí de aceptación en las misiones,
bregando en el hacer eternamente
umbrales de inefables alboradas.
Asceta en la virtud que persevera
divina en el misterio inescrutable,
espíritu intangible y solidario
cobija en la oquedad inexorable,
latente en el sagrado escapulario
que abraza con su fe de primavera.
Milagro de la luna que acrisola
e infunde su ternura desde el alma,
etéreo surca el ángel con la brisa
ungido por la paz que inspira y calma
seráfico, paciente cuando irisa
el halo de la estrella con su aureola.
Luceros que enternecen madrugadas,
asceta en la virtud que persevera,
milagro de la luna que acrisola
umbrales de inefables alboradas,
que abraza con su fe de primavera.
el halo de la estrella con su aureola.
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