Traviesa la musa



La musa se inquieta en el álveo cielo,
disfraza su rostro con aura de estrella
y atrapa las sombras remontando el vuelo
con letras del alma que en versos destella.
Se inspira en la noche la amante querella,
de intensos azares, cansancio  y desvelo
no quiere rendirse pues su luz destella,
el crisol preciado del leal anhelo.


Derrama la ilusa sensación de estío
en su fiel romanza y en fugaz quimera,
 en tanto conspira crucial desafío
testigo del alba que impaciente espera.  
Traviesa es la pluma genuina y guerrera
que impregna su gracia venciendo el hastío,
promueve esperanzas cual firme escudera
en el álveo cielo del azul rocío. 







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