En un pesebre de paz




En un pesebre de paz

A la cueva nazarena vamos todos adorar
al bebé que es Sol y Estrella, nuestro Príncipe de Paz.
Vamos pronto zagalillos que el convite va a empezar
y los árboles del monte llenos de copos están.

  Con guirnaldas tricolores los pastores vienen ya
a ofrendar flores y cantos a la suprema deidad.
Todo esta frío y oscuro, solo hay luz en el portal
donde la Estrella de Oriente deja su estela de paz.

Los ángeles van cercando con sus halos el umbral
y esplendentes las estrellas sacralizan el lugar.
Desde el sagrado recinto y en vigilia celestial
con el Espíritu Santo y en divina Trinidad,
bendice el Padre divino el sollozo virginal,
que hace luz entre las sombras con el rostro angelical.

A la cueva llegan todos y la virgen bella está,
el lecho lleno de flores hacen sublime el pajar,
donde duerme el santo niño, Verbo amado de la Paz
que habitará entre nosotros como camino y verdad.

Sol y estrellas, querubines, serafines, cielo y mar,
todos se llenan de gozo ante la excelsa beldad,
dádiva de la esperanza y alianza de libertad.
Vamos pronto zagalillos que el niño ha nacido ya:
¡Gloria inspira la alborada que va irisando la paz
del Niño Dios con los hombres de tan buena voluntad!


Comentarios

Entradas Populares

Esperaré

Te visito en mis Sueños

Un oasis nacerá

Te extraño.