Mas el Brío se Revela con Empeño
Más que unidos, hoy podemos festejar
el amor que ha trascendido sin fronteras,
el constante florecer de primaveras
que contagia con ternura nuestro hogar.
Cada instante es un motivo para amar
cultivando palmerales de quimeras,
de respeto y compromiso en las esperas
que alimentan nuestro onírico bregar.
Nos inspira día a día el desafío,
el que deja su andamiaje cual diseño
y transforma en fortaleza lo baldío.
Hay pendientes que nos miran con desdeño
y amenazan arrojarnos al vacío,
mas el brío se revela con empeño.
Del amor y sus bondades Dios es dueño,
nos ofrece su mirada desde el cielo,
el legado de bondad en nuestro anhelo
de lograr perseverar por cada sueño.
Un paisaje de ensueño,
hacedor del sentimiento que edifica:
¡Labrador del corazón que no claudica!
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