¡Oh quimera mía!




Fue en la tarde aquella de la suave brisa,
donde tu sonrisa reveló el misterio
y del cautiverio se escapó la ilusa.

Fiel escaramuza de gozo contagia
cual magia que surte su esencial arpegio
y más que  sortilegio, es fúlgida vida.

Vuelve enternecida y eclosiona el verso
hacia el universo que valiente inspira,
en tanto la lira bendice el rocío.

Es el desafío del verso que alienta,
sabio se presenta sin pedir permiso
ante el paraíso que surte la espera.

¡Oh quimera mía que en otoño llegas
y a ciegas fecundas dorados desvelos,
revuelos de azares regalando albricias!








¡Albricias!
Expresión de júbilo que acompaña a la buena noticia que se trae.

Comentarios

  1. Muy bonito aunque hay palabras que, para mi, son difíciles de comprender, Aimee.

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