El sitio de los dos
Aquí sin suplicar quiero soñar contigo,
en este sitio ajeno quiero anidar mi suerte.
Aquí sin implorar al viento un acertijo
quiero abrazar tu cuerpo que enciende mis arcenes.
Aquí no surte el llanto, ni el odio ni el capricho,
sus colores amorfos se esfuman confundidos.
Mientras te siento cerca errante peregrino,
si tu néctar me embriaga nigromante de hechizo.
Te amaré con la fuerza del lucero anhelante
que se pierde de celos en el celeste abismo,
besaré tu presencia de bohemio incansable
si tu amor no castiga ni somete al olvido.
Y en este sitio mío me encontrarás callada
quien sabe si estrechando ilusa una esperanza.
Conciliaré quimeras ufanas de arrogancia
y saciaré las noches de antojos sin palabras.
Florecida en la espera renovaré las ansias
en este sitio nuestro gozando el regocijo,
me llevarás en brazos fornidos de confianza
y alcanzaremos juntos el clímax prometido.
El sitio de los dos perpetuará silencios
osado en el placer de auroras presumidas,
añejará sonrisas preclaras los misterios
de auroras confidentes en tórridas vigilias.
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