Amo el recuerdo, más no el olvido
Miro la Luna, llega el rocío, mientras su claro triste se asoma, sé que estás lejos, busco entre sombras mas me convenzo:¡No estás conmigo! Siento que ríes, tu voz me anima cuando despierta el halo en el alba, y es el suspiro quedo del alma quien me susurra con sus caricias. Pero te has ido, surcas la aurora y es tu energía el vital amparo, que me sostiene frente al quebranto cuando en mis noches pesan las horas. Guardo conmigo tantas memorias esas que llegan junto al delirio, tantos instantes, tantos suspiros fluyendo en versos cuando eclosionan. Viste el oasis su paraíso todo está en calma, la paz te abraza la fe conspira con la esperanza y el universo surte el estío. Pacta el silencio junto al destino y en el ocaso me duele el alma cuando el aroma del viento exhala siento nostalgia, caigo a su abismo. Miro a la luna siento el vacío busco al lucero que se ha perdido amo el recuerdo, más no el olvido Siento que faltas: ¡No estás conmigo!