Sin remedio
Rehúyes al impacto del momento
y evades hasta el brillo de mis ojos.
Presagio la estampida de mis versos
y anulo lo que fuimos, lo que somos.
Fugarse no es antídoto del tiempo
ni es lujo en el abrigo silencioso,
es vil ensañamiento y abandono
que aleja lo vital de nuestros sueños.
Deserta quien traiciona al universo,
aquel que se acoquina tras un rostro,
que insulta lo real maravilloso
y esconde la sonrisa tras un velo.
Apóstata y perjuro sin remedio,
blasfemo que se oculta entre sollozos,
desechas el primor de lo ingenioso
viviendo en el abismo de tus miedos.
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