Rimando en la primavera
Del primor y la ambrosía
escribe la primavera,
ha sido larga la espera
tras la gélida porfía.
No obstante la melodía
no se amilanó en el frío,
se alimentó del rocío,
de la aurora, de la luna
y atesoró su fortuna
para vencer el hastío.
Es el tránsito divino
de lo sublime y etéreo,
en el espacio sidéreo
que augura su predominio.
Fantástico el torbellino
de la creación que inspira,
cual paraíso suspira
junto al cántico del viento
y el mágico alumbramiento
del estío que delira.
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