Entre versos
Siento un palpitar intenso
en la niebla que suspira
y en el rocío se inspira
el aroma del incienso.
El Espíritu en suspenso
eclosiona en ambrosía,
ofreciendo la armonía
que consuela en el desvelo,
si en el Cenit del anhelo
retumba su melodía.
en la niebla que suspira
y en el rocío se inspira
el aroma del incienso.
El Espíritu en suspenso
eclosiona en ambrosía,
ofreciendo la armonía
que consuela en el desvelo,
si en el Cenit del anhelo
retumba su melodía.
Si la ventisca atrevida
ensordece en la nostalgia,
siento en mi lira la magia
del ángel que no me olvida.
Sana en el verso la herida
que ha sangrado su inocencia,
cicatriza con sapiencia
en la humildad sin rencores,
acrisolando primores
con la luz de la prudencia.
ensordece en la nostalgia,
siento en mi lira la magia
del ángel que no me olvida.
Sana en el verso la herida
que ha sangrado su inocencia,
cicatriza con sapiencia
en la humildad sin rencores,
acrisolando primores
con la luz de la prudencia.
Va la apariencia perversa
engañosa y altanera,
seduce en la primavera
con la insidia que malversa.
Si en la falacia dispersa
la agonía sorprendida,
busco el bálsamo de vida
en mi tinta soñadora,
pues el azar de la aurora
sana entre versos mi herida.
engañosa y altanera,
seduce en la primavera
con la insidia que malversa.
Si en la falacia dispersa
la agonía sorprendida,
busco el bálsamo de vida
en mi tinta soñadora,
pues el azar de la aurora
sana entre versos mi herida.
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