Con el trinar de la aurora

Con el trinar de la aurora
cantan baladas los duendes
llegan hadas con pinceles
matizando los azares.
Vienen con luces de estrellas
irisando rosicleres
en el otoñal despliegue
de cipreses en los bosques,
o en la eclosión de los montes
de la bella primavera.

Fresca lluvia seductora
nutre el elixir bohemio
de arúspices hechiceros
y de brujitas coquetas.
Bendicen los arrabales
las acequias, laberintos
regalan los acertijos
de ocasos y amaneceres
mientras las rosas florecen
y el otoño vitorea.










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