Doy gracias

Doy gracias Doy gracias al amor al más eterno sublime emprendedor de lo supremo, al ínclito dolor, al tierno anhelo al gozo, la oración y a los desvelos. Doy gracias al trinar de la alegría, al eco espiritual de sus albricias, al alba eclosionando maravillas y al vuelo de la ilusa golondrina. Doy gracias al perdón, al pensamiento, al vasto discernir, a los recuerdos, al tedio del ocaso y del invierno que juntos atesoran los renuevos. Doy gracias al derecho de la vida, al verbo que se crece en la justicia, al bello amanecer en la vigilia del álveo sortilegio que lo inspira. Doy gracias al cansancio, al silencio, al grito infatigable, la sonrisa, al sano regocijo, fiel ejemplo leal en el hacer que no claudica.